El Triage: 1. Triage telefónico y triage en el hospital

La palabra Triage (Triaje español) proviene del francés “trier” que significa “clasificar”, “separar”. Era utilizado en la primera guerra mundial para determinar las probabilidades de los soldados heridos atendidos médicamente para volver nuevamente a batalla; fue hasta la década de 1960 que las áreas de urgencia de humanos, inició a utilizarlo como sistema para determinar que pacientes necesitaban atención inmediata, de aquellos que podían esperar. Este sistema se adaptó después a la medicina veterinaria. El triage entonces, es un sistema para clasificar aquellos pacientes que necesitan atención y priorización médica inmediata, cuando por situaciones de número de personal, recursos, o cantidad de elevada de pacientes que arriban, no pueden ser atendidos todos al mismo tiempo, y así maximizar el número de supervivientes.

El triage inicia desde el teléfono cuando un propietario llama pidiendo un consejo sobre su mascota y también cuando se presentan directamente en la recepción del hospital.

Tabla 1.1 Problemas que requieren atención médica veterinaria inmediata (Burkitt 2012)
– Distrés respiratorio
– Membranas mucosas pálidas
– Anormalidades neurológicas
– Vómito prolongado
– Tos severa
– Sangrado en orificios del cuerpo
– Debilidad
– Distensión abdominal rápida
– Incapacidad para orinar
– Ingestión de toxinas

Triage telefónico

Cuando un propietario llama buscando orientación de un problema sobre su mascota, el/la recepcionista o el personal médico que atienda el teléfono debe ser capaz de:

  1. Determinar la información que es útil sobre la mascota.
  2. Tener el conocimiento requerido para proporcionar un primer consejo adecuado.

Ya que el propietario no posee el entrenamiento adecuado para determinar la situación de su mascota, el consejo más seguro es que lo lleve de inmediato al hospital, particularmente y sin cuestionamiento si el paciente experimenta:

  • Dificultad para respirar.
  • Renuencia o incapacidad para levantarse o moverse.
  • Convulsiones.
  • Algún daño traumático.

En la llamada, si es necesario se debe tranquilizar al propietario, las preguntas deben ser sencillas y directas, es importante establece datos como sexo, edad, raza, y si es posible, peso. El propietario debe de informar sobre el estado de consciencia de la mascota, si respira o no, si presenta convulsiones activas, si hay evidencia de huesos rotos y/o expuestos, con esta información el clínico podrá dar un primer consejo. La información recibida es útil y fundamental para preparar todo lo necesario para la atenciòn a la llegada del paciente al hospital, como catéteres, bolsas de fluidos y sondas endotraqueales.

También es importante orientar al propietario para realizar un transporte seguro del paciente al hospital. Si el paciente ha sufrido un trauma, es posible que tenga dolor, se debe instruir al propietario para improvisar un bozal con alguna corbata, lazo, venda o tira de ropa. Si el paciente es está inconsciente o es no-ambulatorio se puede recomendar el uso de cajas en pacientes pequeños e improvisar con una cobija o sabana una camilla, que además facilitará la entrada y salida del paciente del auto.

Se debe mantener contacto en todo momento con el propietario, sobre todo si es de nuevo ingreso, pedir el número de teléfono por en caso de que la llamada se desconecte, así como informar sobre la ubicación exacta de las instalaciones y rutas más rápidas para llegar al hospital. Por último, no olvidar enfatizar al propietario en manejar con precaución y en medida de lo posible, que vaya acompañado de algún familiar o amigo que le apoye. En este punto también se debe informar al propietario sobre los costos de servicios médicos.

Triage en el hospital

El personal médico que recibe en recepción, debe de estar entrenado para captar la información más importante, realizar la evaluación inicial y determinar si el paciente necesita atención inmediata o en el caso de múltiples pacientes que llegan al mismo tiempo, priorizar los tratamientos.

La aproximación o evaluación inicial consta de evaluar los tres sistemas de mayor importancia: sistema respiratorio, sistema cardiovascular y sistema neurológico. Observando al paciente se puede corroborar si respira o no, las características de su respiración, el nivel de consciencia, así como la respuesta al estímulo (por ejemplo, al aproximarnos al paciente). Cuando el paciente está consciente, es muy importante considerar utilizar bozal, aun cuando el propietario refiera que su mascota “no muerde”. Se debe tener extremo cuidado en la colocación de bozal en animales con distrés respiratorio. En casos de animales agresivos, el bozal debe ser utilizado sin excepción alguna.

En este momento, si es posible, se puede obtener una breve historia clínica del paciente.

Bibliografía:

  • Burkitt, J. y Davis, H. (2012) Advanced Monitoring and Procedures for Small Animall Emergency and Critical Care.
  • King, L. (2001) Manual de urgencias y cuidados intensivos en pequeños animales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *